Pregunta: Con respecto a los estudios que estás llevando a cabo sobre la salud mental, y englobando un poco a las personas trans, ¿ crees que sigue existiendo una marginación/ rechazo hacia estas personas por parte de la sociedad y que eso en parte es lo que les puede dañar su salud mental? ¿Observas evolución en estas personas tras la ayuda que le proporcionas? ¿Cómo exactamente es tu labor ayudandolos?

Esther contestada el 6 May 2020:

Hola de nuevo, María!

Te respondo con más detalle aquí, porque en el chat no me daba tiempo.

Lo que he estado leyendo de literatura científica como base para decidirme por estudiar la salud mental en la población trans es que, en general, sí que presentan mayor probabilidad de sufrir problemas de salud mental.

Esto se explica con la teoría del «estrés de minorías». Esta teoría explica lo siguiente: todas las personas tenemos una serie de situaciones estresantes en nuestras vidas (exámenes, conseguir un trabajo, discusiones…). En el caso de las perosnas que pertenecen a un colectivo minoritario (personas gitanas, LGTB+, con diversidad funcional…) tienen añadido a todo eso el estrés que sufren de la discriminación social (acoso, insultos, dificultades para encontrar un trabajo, prejuicios, no poder viajar a ciertos países por riesgo de acabar en la cárcel o morir…). Esto aumenta el malestar diario que sufren, lo cual acaba desembocando en mayores problemas de salud mental. Por eso es importante que reciban una atención psicológica específica, con psicólogues que entiendan bien sus circunstancias no sólo a nivel personal, sino social.

Sin duda hemos avanzado muchísimo en el campo LGTB+, ¿sabías que sólo a partir de 2005 pudieron empezar a casarse las parejas del mismo sexo? ¡¡Eso es hace sólo 15 años!! Aún quedan muchos prejuicios a nivel social. De hecho, la ley que permite el cambio de nombre y de sexo a las personas trans está bastante anticuada y no atiende a sus necesidades… Pueden tardar fácilmente 1 año en conseguir que en el DNI aparezca su nombre (desde que entregan los papeles, y antes que eso han tenido que acudir a una UIG para que le hagan un informe que permita el cambio de nombre…).

Como puedes ver, en el día a día pueden aparecer múltiples dificultades que las personas cis no imaginamos, y son dificultades importantes. Por ello hay que ayudar en este largo proceso con mucha comprensión y escucha activa (no sólo oír, sino escuchar y entender lo que nos están diciendo), buscar de manera conjunta posibles soluciones, resolver dudas, enseñar técnicas de relajación, habilidades sociales para enfrentarse a una entrevista de trabajo o a alguien que les insulte en un bar o por la calle…

Generalmente, cuando las personas acuden a terapia y hacen sus deberes (siempre voy a insistir en que la terapia no es sólo hablar de lo mal que estás, sino poner en práctica lo que se habla en cada sesión y afrontar las dificultades), acaban mejorando. En este caso concreto, sentirse apoyadas y guiarles ante las dificultades les ayuda a avanzar mucho. También ayudarles a reflexionar sobre su propia identidad y animarles a que exploren cómo expresar su identidad, hacer que se sientan segures, les ayuda mucho a conocerse mejor y llegar a un momento en que la carga de la T de trans no sea tan dura y vivir su vida con mayor libertad.