Perfil

Desde que era una niña, siempre me han fascinado las estrellas, cuando se hacía de noche me pegaba a la ventana para poder observarlas. Durante el día, cuando no había clase, siempre estaba por las calles del pueblo jugando a todo tipo de deportes, fútbol, baloncesto, tenis, con los patines, e iba con mis amigos a todas partes en bici. Cuando llovía nos quedábamos dentro jugando al futbolín, al billar, al ping pong o con la Nintendo. Pero lo mejor siempre ha sido la montaña, la naturaleza y hacer rutas los fines de semana con mi familia.

A día de hoy, estoy haciendo mi doctorado en el Instituto de Astrofísica de Canarias. Es emocionante pensar que, en cierta manera, los científicos estamos contribuyendo a poner nuestra propia pequeña pieza en el gran puzzle del conocimiento.

También me gusta mucho la divulgación, por lo que, no desaprovecho la oportunidad de participar en diferentes proyectos para aprender todo lo posible, especialmente, cuanto van dirigidos a los más jóvenes.

En mi tiempo libre sigo disfrutando de la montaña siempre que puedo. Los bosques de laurisilva de Anaga y el parque nacional del Teide han sido mi refugio durante muchos fines de semana. Pero además del senderismo, desde que vivo en Tenerife, he saltado dos veces en parapente, he hecho el bautismo de buceo, he volado en una pequeña avioneta alrededor de toda la isla, he corrido en varias carreras populares y también en carreras de orientación por el bosque, he visto amanecer varias veces desde la cima del Teide, he conocido algunas de las otras islas y, por supuesto, también he disfrutado de los Carnavales de Tenerife.

En resumen… creo que soy una persona que lucha por sus sueños sin dejar de vivir aventuras y de disfrutar de la vida.

Mi tesis doctoral se basa en la sinergia entre dos ramas de la Astrofísica, que son, la Astrosismología y el campo de Exoplanetas.

Utilizando las imágenes obtenidas por el satélite TESS, que se lanzó al espacio en abril de 2018, aplico nuevas técnicas de Astrosismología para estudiar las oscilaciones y los modos de vibración que se producen en el interior de estrellas parecidas al Sol. Conocer su masa, radio y edad es determinante para que, combinándolo con otras técnicas, podamos calcular con gran precisión el tamaño de los planetas que las orbitan, si están en la llamada zona de habitabilidad, etc.

Los resultados de este estudio podrán ayudar comprender mejor cómo son los sistemas planetarios en nuestra galaxia.

En un día normal de trabajo voy al instituto, en el que trabajo en una oficina con más de 20 compañeros. Lo primero que suelo hacer es revisar el correo, contestar los correos más urgentes y hacer una lista con las tareas que tengo que hacer durante el día. Las ordeno por orden según sean más urgentes o no, e intento ser organizada. Es difícil saber cuánto tiempo llevará cada tarea porque normalmente lo que voy a hacer es la primera vez que lo hago y, por tanto, no sé cuánto tiempo tardaré en resolverlo.

A media mañana suelo ir a la cafetería con algunos/as de mis compañeros/as a comer algo y a tomar un café. Y después vuelvo a mi mesa de trabajo hasta la hora de comer.

A menudo, además de trabajar en el código en python que estoy programando, también asisto a seminarios y a reuniones de grupo. En los seminarios podemos ver en qué están trabajando otras personas, que normalmente están de visita en el instituto por alguna colaboración, y nos cuentan algunos de sus avances. Y en las reuniones de grupo me reúno con mi grupo de investigación y hablamos de congresos, novedades o nos contamos en qué hemos avanzado. Es interesante, sobretodo para mi que estoy en mi segundo año del doctorado, porque los demás suelen darme puntos de vista en los que no he pensado, o algún consejo interesante.

Este proyecto se basa en acercar la Astronomía a los niños y estudiantes de mi pueblo natal, Pola de Allande, en el suroccidente de Asturias.

Me gustaría organizar toda una jornada de juegos, talleres y actividades relacionadas con la astronomía de forma que, todos los niños y niñas del pueblo, desde los más pequeños, tengan la oportunidad de aprender de una forma divertida.

Los pueblos que están alejados de las ciudades tienen, por norma general y en materia de educación, menos acceso a museos, charlas culturales y a este tipo de actividades divulgativas, por lo tanto, me gustaría que los niños y niñas de mi pueblo puedan disfrutar de un día jugando con planetas, identificando constelaciones y aprendiendo las escalas del Universo sin necesidad de tener que desplazarse a una ciudad cercana.

Al igual que muchos otros en España, Allande está sufriendo con el tema de la despoblación, cada vez hay menos gente y nacen menos niños. Me gustaría que este día de actividades fuese un día de reunión en el que la gente de pueblos cercanos se anime a acercarse también con sus hijos para disfrutar aprendiendo Astronomía todos juntos.

Creo que es importante también que los pequeños/as tengan referentes, que las niñas vean que pueden estudiar una de estas carreras si es lo que les gusta, que no tengamos sesgos al elegir qué es lo que queremos «ser de mayor» y que luchando por ellos, todos podemos alcanzar nuestros sueños. Este proyecto trata además de fomentar el pensamiento crítico y abrir la mente, que todos juguemos a ser científicos por un día y que desde pequeños sepamos no sólo lo grande que es el mundo, sino de las dimensiones del espacio. Esto nos transmite un mensaje de unidad, ya que todos estamos juntos en ese pequeño y pálido punto azul…

Ya que, como dijo Carl Sagan «Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestro hogar. Eso somos nosotros. (…) Nuestro planeta es una solitaria mancha en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad —en toda esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. (…). Se ha dicho que la astronomía es una formadora de humildad y carácter. Tal vez no hay mejor demostración de la locura de los conceptos humanos que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos mejor los unos a los otros, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que siempre hemos conocido.»

(Imagen «Un punto azul pálido»: Fue captada por la sonda Voyager 1 desde una distancia de aproximadamente 6.000 millones de kilómetros).